Ya no queda nada, 15 días y empiezan las rebajas (en general, que ya sé que los madrileños son unos suertudos que las tienen antes....cómo echo de menos aquellos tiempos, ainsss)
¡¡¡Tenemos que ser fuertes y aguantar!!!
Vale, admitimos las rebajas de Mango Outlet como animal de compañía, porque rebajas de rebajas eso ya es rizar el rizo, y aunque son tallas sueltas algo apañable siempre podemos encontrar.
Soy fuerte, ayer incluso me tomé el vermut a la puerta de Zara (visto en mi Instagram) y no entré. Es más, ni siquiera me tuve que contener, no tuve sudores fríos, taquicardias y ansiedad por querer tocarlo todo...nada, creo que me estoy desenganchando.
También un punto a favor es que lo mío no es la ropa de verano, así que hasta que no lleguen las rebajas de invierno, que son las que me gustan realmente, no comprobaré mi nivel de adicción.
Dentro de mi terapia compril estoy llevando a cabo una estrategia.
Os explico:
Contengo el impulso, me lo pienso, aguanto unas semanas, y si después de ver el artículo todos los días (lo guardo en favoritos) día tras día no se me pasan las ganas, lo compro; aunque si os digo la verdad, en una semana o así se me pasa "la calentura.
Luego pienso: ¿cuánto puedo amortizar una chaqueta blanca de neopreno? : una temporada, ¿y cuánto cuesta? ...pues eso, pasando de comprarla.
Después está lo del estampado y los colorines. ¿Tiene futuro como fondo de armario una falda de palmeras fosforito? peggggggggggggggg error.
¿Cuántas veces me puedo poner un top con la espalda abierta? pegggggggggggg dos en cinco años...fuera.
¿Y una chaqueta de lentejuelas? ¿salgo mucho? ¿es ponible para ir al Mercadona? ¿y para ir a llevar al niño a la guarde? pegggggggggggggg, descartamos chaqueta lentejuelera.
Y así, así, al final voy descartando.
A ver que pasa cuando llegue el día 1 de Julio.
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