martes, 11 de marzo de 2014

GÜINI

Siempre quise ser como Gwyneth Paltrow pero me temo que me quedé en Winnie de Poo (físicamente hablando).

Esa mujer tan alta, tan rubia, tan de ojos azules, tan pluscuamperfecta, que lo mismo te gana un Oscar, que se hace novia de mi Brad, que nos hace una tortilla de patata mientras hace footing sin sudar y les habla a sus niños en español.

 

(yo sería incapaz de hacer eso sin dejar el vestido lleno de lamparones de aceite)
 
Desde hace años es mi ídola, pero a lo máximo que he podido aspirar es a cortarme el pelo como ella, o sea, las puntas, porque ni ella ni yo hemos sido nunca de cortes radicales.

Mi objetivo fue ligarme a un Brad Pitt como ella, pero no me salió muy bien.  Primero porque en el pueblo los Brad Pitts no abundan (ni siquiera existen como leyenda urbana) y después porque lo más "aproximado" a un Brad autóctono, no me hacía ni caso....vale, ni el feo del pueblo me hacía caso, o por lo menos no comprendían mi increíble parecido con Güini. 



Y eso que se me cayó un poco el mito el día que decidió llamar a su hija "Manzana".  

Como es mi modelo a seguir me planteé seriamente llamar al enano "Chorizo", pero sonaba mal, y además no era una fruta, ni siquiera una verdura, y claro, la fruta que más me gusta es la "Chirimoya" y eso es femenino ¿no? y llamarlo "Plátano" podría traer consecuencias nefastas para su desarrollo psicológico y anímico durante la adolescencia (que los niños son muy piiiiiiii y crueles en el colegio, y no te digo ya en la adolescencia que dan ganas de mandarlos a todos al Internado ese de la tele que no salía ni uno vivo)

En fin, que no pude seguir sus pasos porque luego al niño le puso Moisés y como que tampoco.

Me puse a hacer sus ejercicios postparto con los vídeos de su mega amiga "la Tracy" y vi que no me salían tan bien como a ellas y que me fatigaba a los 3 minutos de empezar (para mi que como está grabado cortan y descansan porque no es humanamente posible tanta actividad en tan poco tiempo).

Así que como lo de los vídeos no era lo mío intenté emularla corriendo por el parque, de lo que saqué dos conclusiones importantes:



a) las mallas no me quedan igual o por lo menos el efecto óptico no es el mismo.
b) yo sí sudo al intentar correr (y huelo mal)

En fin, tras años de admiración encontré un punto en común que nos une mucho:  el pimple.




Así que declaramos a mi Güini miembro de honor del Club de las #fansdelafermentaciondelauvacebadayotroscerealesyvegetalesvarios  y como no del ya mítico #amimegustaelpipiripipipi 

¡¡¡CHICAS!!! ¡¡¡ES DE LAS NUESTRAS!!!

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