El año pasado os hablé de las cenas de empresa, claro, ahora me queda suuuuuuperlejano porque ya ni me acuerdo cuando fue la última vez que trabajé (sí, que me acuerdo, pero quiero ponerle un punto dramático a este tema, escabroso por otra parte).
Ahora ya no soy una megaguay trabajadora sino que he perdido mi identidad propia (salvo para en mensajero de SEUR) y ahora soy la "mamá de P." o "la señora de R.".
Al principio, para una, que es de apellido a llevar con orgullo, y trabajadora desde que estudiaba , lo de ser un especie de maruja/parásito, lo llevaba FATAL.
El caso es que las cenas de Navidad que me surgen ahora son o de amigas con las que me encuentro después de muchos años y queremos salir "por los viejos tiempos", o mamás, que aquí hay tela que cortar porque dentro del grupo de madre de parvulitos hay subgrupos de las guays, las menos guays, las deportistas, las madres de hijos únicos, las madres de familia numerosa..etc. etc...pero eso es para otro post.
Sé que no es políticamente correcto, ni fino, pero, estamos juntándonos un grupo de madres, que nos hemos quedado sin trabajo y echamos de menos nuestra vida "anterior", así que lo que queremos es salir, darle al gin tonic más que Catalina Musgo, y por unas horas pensar que somos, jóvenes, guapas, sin barriga de embarazo, y sin responsabilidades al llegar a casa.
Siete años sin fumar y hay días que me cogería una cajetilla de Chester y no pararía hasta acabarla.
El problema llega cuando, después de años en barbecho, tienes que volver a salir por la noche: ¿qué me pongo?.
Corres como una loca y te metes en internet (en la web de Zara básicamente) a ver que está de moda. Vas corriendo a la tienda y te compras a la desesperada TODAS las tendencias que existan, y te las pones encima para salir, adornadas con alguna prenda viejuna "vintage" a la que le tienes cariño.
Para semejante evento vas a la peluquería y sacas las cajas de maquillaje que te regalaron hace años (igual hasta están caducadas y te salen ronchas) y te haces un chapa y pintura pero en plan "American Tunning" (o como se llamen esos programas americanos donde cojen un coche normal y lo transforman hasta ser una cosa horrorosa pero todos parecen estar fliplando sin irse a Amsterdam)
Al final sales a la calle pensando que vas tan ideal con tu modelete y tu reciclaje facial, y resulta que ves que las jovenzuelas salen vestidas más "normalitas" (enseñando pierna, eso sí) y tú pareces la vieja loca que da de comer a los gatos y a las palomas del barrio.
¡¡¡HORROR!!!
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