Durante estas semanas de "retiro espiritual" he observado que los usos y costumbres de la tribu egobloguera ha ido cambiando y evolucionando hacia formas más peculiares y rarunas que una mente rubia, simple y mononeurónica como la mía es incapaz de comprender.
Hace tiempo estaba de moda el posar en medio de un paso de peatones, a poder ser en cualquier avenida de más de tres carriles por sentido de circulación, por lo que la integridad de nuestras egoblogueras estaba siempre en peligro. Muchas tuvieron suerte de no toparse con Benzema durante sus posados artísticos por La Castellana.
Con el tiempo se han vuelto más sosegadas y menos temerarias y han encontrado otros entornos en los que realizar su posado artístico.
Uno de esos sitios es LA BAÑERA, pero no una bañera desgastada, descascarillada, con manchas negras y/o verdosas que ni en el anuncio de Cillit Bang saldrían, y con azulejos viejunos tipo años 80 (hmmmmmmm, creo que os he descrito mi baño). No, no, las bañeras que nos sacan suelen ser de hoteles ideales de la muerte.
Llamadme loca, rara, antigua o romántica, pero a mi lo que me gusta es bañarme sola y en la intimidad, aunque la verdad es que desde que soy madre el concepto "baño de espuma relajante con pelotillas de aceite que huelen que dan ganas de morderlas" ya no existe en mi vida, sino más bien la "ducha rápida que ni tiempo de reposar la mascarilla del pelo tengo porque al niño siempre se le antoja hacer caca en ese baño cuando yo estoy dentro por lo que el tema aromático no tiene nada que ver con lo anteriormente mencionado".
Gracias a estas polifacéticas gacelas he descubierto que en la bañera se pueden hacer muchas cosas (y no necesariamente las que estáis pensando, picaruelas). Tomad nota:
Podemos tomarnos unas copichuelas mientras obviamente alguien nos fotografía y de paso vigila no nos matemos al salir del agua después de este ¿relajante? momento etílico-festivo-exhibicionista.
También podemos comer. "¡Ja, abuela! ¿has visto cómo no hace falta esperar 4 horas para hacer la digestión?" "Sí, nietecita querida del alma y única heredera de mis mansiones, pero porque la manceba come como un pajarillo, dale una fabada y te monta un jacuzzi".
También se puede hacer la mamarracha.
A riesgo de ahogarse y/o intoxicarse con el jabón si el fotógrafo no pilla el ángulo, la luz y el enfoque a la primera.
Poner poses insinuantes (lo siento, me he atragantado de la risa) rollo culete en pompa de secaño.
¿Que te vas de vacaciones?, nada de colgar fotos de templos budistas ni de playas paradisiacas, mete a piñón la foto de la flower party del hotel (que bien puede estar en Bali o en Trujillo).
"Paqui, que ya no nos vamos a hacer las "afotos" al paso cebra que me ha dicho la Manoli que en el baño es lo que lo está petando en el Instagram"
Donde esté una fría bañera con el canto afilado para apoyar bien dobladas las piernas y leer que se quite el "cheslón". Fisioterapeutas, aquí veo un filón.
Alguna no tiene bañera chula a mano, así que oye, pues nos vamos al Leroy Merlín que allí las tienen sueltas por la exposición (ojo al momento precio colgando).
Hay baños patrocinados por la marca de turno que toca anunciar soterradamente esa temporada.
La de la camiseta me recuerda a la típica amiga borrachuza (no hablo de mi) que metes vestida en la bañera a ver si se le pasa la cogorza.
¡Tómate un café con sal!
La egobloguera de esta foto está en urgencias después del trallazo que le pegó al tocar el portatil. A ver, alma cándida, a ti no te han contado eso de que aparatos eléctricos cerca del agua los carga el diablo: DANGER DANGER. Que se te cae al pegar un manotazo de rabia al ver que has perdido 4 "fologüers" y nos buscamos una desgracia.
Algunas son rebeldes y pasan de la moda de la bañera y se nos ponen en pelota picada en la ducha. Hashtag #loquesevanacomerlosgusanosqueloveanloscristianosycualquieraquesemetaenmiinstagram
¿Dónde ha quedado aquel momento de romanticismo picarón?
"Aniceto, esta noche te lo voy a enseñar tó".
"¿Tóooo? pero si ya te lo he visto en "la intelné", como no me enseñes los empastes ya no me queda nada por ver".
¡Ay, si en el fondo soy una romántica!.