¿Preparadas? ¿listas? ¡¡YAAAAAAAAA!!!
A por el chollo en el Edén de los descuentos del "Black Friday"
Como todo el mundo da recomendaciones para comprar sensatamente, aunque lo de la sensatez no sea precisamente uno de mis puntos fuertes, os daré mi más sincero consejo:
NO MIRÉIS LAS TIENDAS
Ya está dicho. Si no queremos caer en la tentación lo mejor es alejarse de ella, y darse una vuelta por un centro comercial no es precisamente irse muy lejos.
Tampoco tendremos que mirar con el ordenador (máquina infernal que nos incita a pecar a las débiles de espíritu, también conocidas como "las chicas de VISA floja"), porque es todavía más cómodo y fácil, no necesitas ni vestirte...tú, que estás un poco plofff, y comprar alguna cosilla siempre te anima aunque luego no sepas ni qué hacer con ella (eso me pasó a mi cuando me compré una alfombra de madera con estampado leopardoso de diseño italiano para el baño, ahí la tengo guardada sin estrenar).
Ahí estás tú, en pijama, con el pelo sucio, cigarro en mano, café en la otra, dándole al ratón como una loca "añadir a la cesta" "añadir a la cesta" "añadir a la cesta" con la ansiedad de un yonkie (o la mía al ver una tableta de Suchard después de semanas de dieta).
Te sudan las manos, te palpita el corazón, estás cardiaca, ¡¡¡que me caduca la cesta!!! ¡¡tengo que pagar!! ¡¡ya!!
ÑÑÑÑÑÑÑIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIOOOOOOOOOOOOOO, frenazo.
¿He dicho "pagar"? ¿pero con qué? ¡¡¡si ya me lo he pulido todo este mes con tanto descuento maravilloso e "irrepetible"!!! Pero es que todo eran prendas básicas, quién podía resistirse a cosas tan ponibles como un vestido de gasa y lentejuelas, 4 pares de zapatos de 10 cm de tacón de aguja, 2 pares de botas mosquetero en negro y marrón, que hay que tener de todos los colores; un chaquetón de leopardo, un abrigo de peluche de colorines que este año se lleva mucho; 7 capas manta; unos leggings de lentejuelas doradas, 6 bolsos (dos metalizados, uno de leopardo, otro de peluche en tonos fosforito, otro con la cara de Kate Moss, y otro de lentejuelas rosas) ¡¡Si eso es para toda la vida!! ¿O me vais a discutir que no son fondo de armario de los de toda la vida?
Así que hoy nada de tiendas que los descuentos los carga el demonio, y además, igual que Linda Evangelista no se levantaba de la cama por menos de 10.000 dólares, yo por un mísero 20% no me muevo.