Después de dejar claras mi preferencias por la braga de cuello vuelto, ahora os presento a mi gran compañera de bodas, comuniones y eventos varios donde tenga que ir medianamente mona y arreglada:
LA FAJABRAGA o FAJA a secas.
Esa pobrecilla, que cuan amante, todo el mundo niega su presencia, la sacan a escondidas, nadie menciona su nombre en público, se avergüenzan de ella y nadie quiere reconocer que tiene una...o varias.
Pues yo lo proclamo a los cuatro vientos ¡¡VIVA LA FAJA!!
Tengo varias, en blanco, negro y carne, que aunque es la más fea es la más socorrida y discreta.
Tampoco es que me las ponga a diario, es lo bueno de que ahora se lleve la ropa holgada. Pero las saco en cuanto me tengo que enfundar en un vestido de fiesta donde se va a notar que mis caderas de reloj de arena, son más bien dunas después de un temporal; y mi barriga es para el anuncio de Aerored, pero de cuando no lo ha tomado todavía.
El caso es que no soy la única que la usa:
Y estas gordas precisamente no son. Pero todas tenemos nuestros defectillos y si podemos camuflarlos, pues mejor, y a mi me sale más barata una faja que una liposucción.
Así que sin vergüenza digo:
YO TENGO FAJA, ¿¿¿Y QUÉ???