miércoles, 1 de octubre de 2014

LA BÁSCULA DEL BAÑO SE HA ROTO ¡¡Y YO NO HE SIDO!!

Pensábamos que era la pila, pero no, la báscula del baño esta kaput, muerta, y juro por la omnipresente Cara Delevingne que YO NO HE SIDO.


El Respectivo se abalanzó, raudo y veloz, sobre el ordenador para comprarse otra en Amazon  y sustituir a la difunta ante mi falta de entusiasmo por ir a comprar otra.

¿Y por qué sé que yo no he sido?  Pues porque llevo años sin pesarme.

Paso, que luego me vuelvo muy obsesiva-compulsiva, que no tengo término medio ni medida.

¿De qué me sirve pesarme? ¿soy tonta y no me entero que el pantalón me queda regañón en el pandero? ¿o que el suje que me quedaba bien antes del verano ahora me da más ahogos que si viese a Brad Pitt en persona? 



Para esas cosas soy como los ganaderos, calculo el peso a ojo, y según veo si aprieta más o menos la ropa me pongo a medio dieta

Ahora una nueva báscula está ahí, en el baño, en esa esquina donde tengo mis potingues, llamándome en plan voz paranormal para que me suba y vea los kilos que he ganado desde que dejé la dieta, a ver si me dan remordimientos de conciencia.  Pero no, yo la ignoro, no va a poder conmigo, sólo la tocaré para quitarle el polvo.  Me da igual que ella sea guapa y moderna, no me va a conquistar como a P. que está todo el día subiéndose a ella y dice que pesa 14 kilos (es mentira, pero el pobre todavía no sabe leer ni los números).

¡¡¡QUE SUENE EL "RESISTIRÉ" DEL
 DUO DINÁMICO!!! 

No hay comentarios:

Publicar un comentario