A principios de año os conté que en el 2.014 no iba a comprar champú.
Y no, no es que me haya hecho ecologista radical, ni guarra (que no es lo mismo pero tendrían una causa común en lo de no comprar champú). He dicho "comprar" no "usar", que una ante todo es muy limpia, decente, formal y mujer de su casa (como dirían las abuelas). Vaaaaaaaleeeeeeeee, lo de "mujer de mi casa" porque no me queda otra, no por vocación, pero bueno, al final el resultado es el que es.
Al lío.
Que dicho y hecho, y todavía me quedan 4 o 5 botes sin acabar. Alguno creo que va a terminar en la basura porque los tengo de antes de que naciese P. y me da que deben de estar un pelín pochos ya.
Al final, sigo teniendo champú, acondicionador (que yo digo "suavizante" y me riñe mi peluquero porque dice que el suavizante se echa en la lavadora), serums varios y lo único que me he tenido que comprar en todo el año ha sido un bote de mascarilla.
Así que me parece que el 2.015 será también un año sin champú (salvo que me líe a tirar los posiblemente caducados, no vaya a quedarme calva)
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