Mira que me gustan los trapos y la moda, pero (de momento) estoy muy, pero que muy desganada con todo lo que viene.
Estas semanas estoy, calculadora en mano, pensando de dónde voy a sacar dinero para pagar todo el arsenal de recibos que me están llegando o me llegarán. Me he planteado sacar el bolso de leopardo y menearlo junto a una farola del puerto, pero claro, una es muy decente a la par que cardo borriquero y no está para moralismos distraídos. La venta de órganos puede ser otra alternativa.
Como en el anuncio de ese refresco "me he venido arriba" y me he apuntado a cursos de todo tipo... restauración de muebles, sánscrito, arameo, elaboración de magdalenas con temática de Star Wars, macramé, peluquería canina...lo típico en una maruja aburrida en casa a la que no le gusta darle al trapo.
A Amancio doy gracias que no me incita a pecar sacando al bicho gastizo que llevo dentro.
Igual si me digno a pisar la tienda (creo que la última vez que entré fue en julio) me gusta algo, pero en la web NO ME GUSTA NADA.
También influye esos estilismos maravillosos de meterle 7 capas de ropa a la modelo paloescoba, con cara de asco y/o pena, pelo ratonero sucio y pose chepuda.
Antes ibas a la web de ZARA y te inspirabas si no sabías que ponerte esa mañana tonta. Ahora ves unos modeletes que ni una egobloguera con afán de gloria se pondría. Así que una oficinista, una madre llevando a los niños al cole, o cualquier otro ser humano con un mínimo de dignidad y sentido del gusto no se pondría ni perdiendo una apuesta.
MANGO va mejor, pero tal como está mi cerdito (de la hucha, se entiende) de esquelético prefiero no mirar hasta que me toque una Primitiva o me den un trabajo (aquí es donde se oyen las voces enlatadas rollo teleserie de risa que no da risa).
Así que la ropa de esta temporada me tiene muy desganada: o mamarrachadas o más de lo mismo.
Los egoblogs que tanto me gustan me tiene saturada. Da igual que la egobloguera viva en Australia que en Albacete: todas van iguales, ponen las mismas poses, anuncian lo mismo y me cansan con su actitud de perdonarle la vida a sus seguidoras (bonita, que de ellas vives).
Como diría aquel profesor que tuve "ya no me provocan ni las más mínima hilaridad".
Como diría aquel profesor que tuve "ya no me provocan ni las más mínima hilaridad".
No hay comentarios:
Publicar un comentario